sábado, agosto 30, 2008

El del billete electrónico

Falta sólo un par de minutos para que salga el tren y llego corriendo al andén. El revisor me pide que le muestre el billete antes de acceder al vagón. Supongo que me ha visto llegar corriendo, que no vengo desde la taquilla y sospecha. Así que no espera a que me acomode. Por si acaso. Saco una hoja de papel impreso, y antes de examinarla el revisor me dice con una sonrisa:

Ah! Tú eres el del billete electrónico!

En ese momento me sentí como un auténtico colono atravesando las montañas rocosas en su camino hacia el salvaje oeste. Pisando terreno no explorado por el hombre blanco. Aunque fuese el año 2005 y una ciudad más o menos grande como Valladolid en un país presuntamente desarrollado digitalmente como España.


Esta historia ocurrió hace ya unos años, pero la he recordado mientras escribía el artículo acerca del compromiso de sostenibilidad de Renfe y aunque la he contado en multitud de ocasiones, he pensado que merecía un mini artículo.

jueves, agosto 14, 2008

Baloncesto y café con tostadas en los Juegos Olímpicos

El domingo desayuné viendo el debut de la selección española de baloncesto en los JJOO de Beijing 2008. Como ya es habitual, al menos en el último lustro, disfruté con el juego de esta generación de magníficos deportistas, que ganen o pierdan, nunca se les puede reprochar nada. Y además ganan casi siempre, hasta cuando tienen un mal día como el martes frente a China y juegan mal casi todo el partido.

Pertenezco a la generación de quienes desarrollamos nuestra pasión por el baloncesto en los años 80 con los logros de Corbalán, Epi, Fernando Martín y compañía. Después sufrimos en los 90 desastre tras desastre y recuperamos la fe a partir del mundial Junior de 1999 en el que descubrimos a Gasol, Navarro, Calderón y todos los demás. Todavía adolescentes pero ya grandes jugadores de baloncesto, como están demostrando ahora que están en su plenitud como deportistas.

A lo que no me acostrumbro es a ver los partidos por la mañana (o de madrugada como ocurrirá dentro de un rato contra Alemania) con una taza de café y unas tostadas en vez de con unos panchitos y unas cervezas por la tarde. Es lo que tiene el movimiento de rotación de la tierra y la dimensión global del deporte: de vez en cuando los JJOO se celebran en un huso horario o en un hemisferio incómodo para los europeos.

El sacrificio vale la pena y más aún estando de vacaciones ya que este equipo es aún mejor que el que ganó el Campeonato del Mundo de Baloncesto de Japón en 2006, donde también había que madrugar y ver deporte durante el desayuno. En la tecnología no podemos confiar porque por mucho que diga la publicidad de RTVE la posibilidad de ver los eventos a la carta en su web a la hora que queramos no deja de ser nada más que eso, publicidad. Es posible encontrar carreras de Michael Phelps de 3 minutos, y resumenes de casi todo, pero no ha habido valor para que todo un partido de baloncesto pueda disfrutarse a través de la web. Quizá en Londres 2012, y entonces lo disfrutarán en China, que serán quienes tengan el problema del desfase horario.