Este año me disponía a
cumplir con mis obligaciones tributarias con entusiasmo..., y no porque esperase una cuantiosa devolución. Resulta que hace unas semanas descubrí con emoción que la
Agencia Tributaria había lanzado una versión multiplataforma del
programa de cálculo de las retenciones del IRPF. Por algún extraño motivo asumí que iba a poder escribir este artículo alabando ese gran paso para el ciudadano que habría sido no tener que buscar un ordenador con Windows, Internet Explorer, privilegios de administrador, y alguna versión de Java del lustro anterior, para conseguir hacer la declaración de la renta.
Como no había instalado el programa de cálculo de las retenciones (no es una tarea que yo haga habitualmente), pues no sabía en ese momento que no funcionaba, al menos en mi equipo. La verdad es que no era algo muy difícil de imaginar viendo el formato que habían elegido para empaquetarlo. De todos modos no es mi objetivo criticar la forma en que han realizado la implementación, no vaya a ser que los desanime ahora que han empezado. Esperemos que estén cogiendo experiencia y que en próximos intentos descubran los mecanismos de empaquetado del siglo XXI.
En fin, después de darme cuenta que había sido demasiado optimista me puse a la faena, pensando que quizá el año que viene consigamos dar otro pasito y no le di más vueltas. Así,
descargué e instalé el programa "Renta y Patrimonio 2006", (en el directorio predeterminado ya que pretendía usar las opciones telemáticas), le
asigné privilegios de administrador al directorio (este año no iba a pasarme otra vez lo de tener la declaración a medias y al intentar guardarla descubrir que iba a tener que volver a empezar),
instalé la versión de java recomendada,
importé mi certificado digital a Internet Explorer y me dispuse a descargar los datos fiscales para incorporarlos directamente a mi declaración. Abordé estas tareas con disciplina y absoluta resignación, si cuestionar lo absurdo de la mitad de las operaciones que acabo de describir y sin intentar descubrir el misterioso proceso de razonamiento que las había motivado. Esto ya lo había hecho en campañas anteriores, así que este año decidí ser disciplinado e incluso usar Internet Explorer si era necesario.
El caso es que después de rellenar las seis primeras pantallas y dar al botón “
Incorporar datos fiscales”, pensé que todo iba sobre ruedas y que en una hora más o menos iba a conseguir terminar presentando la declaración de forma telemática. Lejos de finalizar la operación satisfactoriamente obtuve este error, que no conseguí averiguar a qué se debía:

Guardé la declaración (al menos tenía los datos personales), cerré mi sesión y como no estaba dispuesto a tener problemas, decidí hacer todo en adelante como usuario administrador (afortunadamente tenía esta posibilidad). Los niños que lean esto no deben intentar repetirlo...
no es una buena práctica usar un ordenador como usuario administrador ni aunque uno crea que sabe lo que hace. Yo sé lo que hago y utilizo un usuario sin privilegios.
Sin embargo, aquí es donde empezaron mis verdaderos problemas, justo cuando pensaba que habían terminado. Para empezar, sólo es posible incorporar los datos fiscales en el exacto punto que he descrito antes así que tuve que volver a rellenar las seis pantallas cada vez que abría y cerraba el programa para probar algo nuevo. Más privilegios, cambio en las extensiones asociadas a determinados tipos de archivo, navegador predeterminado, otras versiones de java, y otro montón de tonterías que se me fueron ocurriendo o que leí en la
sección de preguntas frecuentes y que no me llevaron nada más que a perder el tiempo. Por señalar algo positivo, importar los datos personales desde la declaración del año anterior hace todo esto algo menos pesado, pero aun así hay que pasar por seis pantallas para llegar al botón “incorporar datos fiscales”.
Cuando ya iba a desistir y después de haber dedicado un par de horas a estropear la configuración del ordenador, finalmente conseguí mis datos fiscales como suelen resolverse estas cosas, probando algo que no venía a cuento fruto de la desesperación. Resulta que utilizando esta dirección:
https://www5.aeat.es/es13/h/servurls.html
?WEB=INTERNET&PRG=100&EJE=2006
&VER=1.01&URL=DFC&EXT=?nif=[nif]&ape=[apellido]
en la que
[nif] = tu número de nif
[apellido] = tu primer apellido
que forma parte del mensaje de error, conseguí acceder a la descarga de los datos fiscales. Mira que sería sencillo un enlace desde el portal de servicios personalizados de la campaña de la renta. Al menos ahora está documentado algo parecido en la sección de preguntas frecuentes como
último recurso.
Resumiendo, que me apunto
otro fracaso más, porque aunque haya conseguido descargar los datos fiscales habría tardado mucho menos escribiéndolos a partir de la documentación que he recibido por correo ordinario. Cuando termine de revisar la declaración, y la presente de forma telemática, espero poder apuntarme el éxito por haber ahorrado unos folios, que al fin y al cabo el medio ambiente saldrá beneficiado. Lo que tengo asumido es que tendré que crear un agujero de seguridad en el ordenador que justificaría apuntarme otro fracaso, pero de eso es mejor ni hablar... al fin y al cabo la Agencia Tributaria es un modelo de administración moderna y telemática... En fin... es lo que hay. Por lo menos el proceso de devolución suele ser rápido y eficaz.